Meta, la compañía propietaria de Facebook, ha optado por establecer limitaciones importantes para la promoción de un libro redactado por una de sus antiguas directivas, Sarah Wynn-Williams, quien fue parte de la empresa desde 2011 hasta 2017. La obra se titula Careless People
(Gente despreocupada), ha provocado polémica por sus severas críticas hacia la organización y sus principales ejecutivos, como su creador, Mark Zuckerberg, y su exdirectora de operaciones, Sheryl Sandberg.
El libro fue publicado en marzo de 2025 y pronto se ubicó entre los más vendidos en Amazon, alcanzando el segundo puesto en la categoría de no ficción y logrando una notable calificación de 4.8 estrellas. Pese a su éxito en las listas, Meta rápidamente inició acciones legales para impedir que la exdirectiva pudiera promocionar su libro públicamente. El 12 de marzo, un tribunal de arbitraje emitió una orden que prohíbe a Wynn-Williams participar en entrevistas o llevar a cabo actividades promocionales relacionadas con la publicación. Esto ha desatado una gran controversia, ya que, mientras el contenido del libro sigue generando atención hacia la autora, la empresa busca silenciar sus declaraciones a través de acciones legales.
Careless People
es un relato de las vivencias de Wynn-Williams durante su estancia en la empresa. En el libro, se relatan en detalle las interacciones entre los altos ejecutivos de Meta y los gobiernos, especialmente en relación con los vínculos de la empresa con China y su trato hacia los empleados. La autora también critica abiertamente la cultura corporativa vigente, describiendo situaciones de abuso y actitudes problemáticas dentro de la organización. En particular, menciona a Joel Kaplan, actual jefe de Asuntos Globales de Meta, acusándolo de comportamientos inadecuados. Aunque la empresa ha defendido a Kaplan, asegurando que, tras investigarlo, no halló evidencia de malas conductas, el impacto de las acusaciones sobre la imagen pública de Meta ha sido considerable.
es una narración de las experiencias de Wynn-Williams durante su tiempo en la empresa. En el libro, se incluyen relatos detallados sobre las interacciones entre los altos directivos de Meta y los gobiernos, especialmente en relación con las relaciones de la empresa con China y su enfoque hacia sus empleados. La autora también critica abiertamente la cultura corporativa interna, describiendo situaciones de abuso y actitudes problemáticas dentro de la empresa. En particular, menciona a Joel Kaplan, actual responsable de Asuntos Globales de Meta, acusándolo de comportamientos inapropiados. Aunque la compañía ha defendido a Kaplan, asegurando que no encontró evidencia de irregularidades tras investigarlo, el impacto de las acusaciones sobre la imagen pública de Meta ha sido significativo.
Por su lado, Wynn-Williams ha declarado que su intención con el libro no es buscar venganza, sino destacar lo que considera problemas graves en el sector tecnológico. En diversas entrevistas, ha manifestado su inquietud por la influencia de China sobre las grandes firmas tecnológicas, especialmente en lo referente al uso de inteligencia artificial en el ámbito militar y la competitividad mundial. En este marco, señala que Meta ha actuado de manera oculta en relación con el Partido Comunista chino, particularmente considerando que la empresa obtiene ingresos significativos a través de su negocio publicitario dirigido al público en China.
Por su parte, Wynn-Williams ha manifestado que su objetivo con el libro no es vengarse, sino arrojar luz sobre lo que considera problemas serios en la industria tecnológica. En varias entrevistas, ha expresado su preocupación por la influencia de China sobre las grandes empresas tecnológicas, particularmente en lo que respecta al uso de inteligencia artificial en la guerra y la competitividad global. En este contexto, señala que Meta ha operado de manera encubierta en relación con el Partido Comunista chino, especialmente dado que la compañía genera ingresos considerables a través de su negocio de publicidad dirigido a audiencias en China.
Este incidente genera interrogantes sobre la auténtica posición de las grandes empresas tecnológicas en relación con la libertad de expresión, sobre todo cuando se trata de salvaguardar su reputación ante desafíos legales y mediáticos. La reacción de Meta ante este libro muestra una táctica agresiva para resguardar su imagen pública, poniendo de manifiesto las restricciones del discurso libre cuando los intereses corporativos están en juego.
Este episodio plantea preguntas sobre la verdadera postura de las grandes corporaciones tecnológicas respecto a la libertad de expresión, especialmente cuando se trata de proteger su reputación frente a los desafíos legales y mediáticos. La respuesta de Meta a este libro refleja una estrategia agresiva para proteger la imagen pública de la empresa, a la vez que pone en evidencia los límites del discurso libre cuando los intereses corporativos se ven amenazados.
El debate sobre la libertad de expresión en el contexto de las grandes empresas tecnológicas sigue siendo relevante y complejo. En un momento en que la inteligencia artificial y las redes sociales desempeñan un papel cada vez más crucial en la política global y las relaciones internacionales, la transparencia y la responsabilidad empresarial se han convertido en temas esenciales. La controversia en torno al libro de Wynn-Williams pone de manifiesto cómo las empresas tecnológicas lidian con las críticas internas y los relatos que pueden afectar su imagen, desafiando los ideales de apertura y diálogo que en ocasiones promueven en sus plataformas.