El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este martes a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que no renovará la ayuda a Ucrania que representará “un regalo de Navidad” para el presidente ruso, Vladímir Putin. Zelenski se reúne desde el lunes en Washington para intentar lo que parece una misión casi imposible: persuadir al Congreso de EE UU para que adquiera, en apenas unos años, nuevos fondos para ayudar a su país en la guerra contra Rusia. Destaca los obstáculos colosales: la falta de tiempo (se espera que los parlamentarios suban al cielo durante esta misma festividad) y el problema de intereses entre el banco republicano (que insiste en conseguir esta ayuda para las medidas más difíciles en la frontera con México -.
Su temprana visita al Capitolio, la tercera en un año, muestra cómo ha cambiado el clima político en el Congreso en los últimos 12 meses. En diciembre del año pasado, cuando los demócratas aún controlaban sus cámaras, los recibieron como a un héroe y pronunciaron un discurso ante ambas cámaras con los legisladores en la palma. Ahora he mantenido una reunión a puerta cerrada con los senadores -algunos republicanos habían insinuado que no insistirían- y no me he reunido con los representantes de la Cámara de Representantes, excepto con el presidente de esta institución, Mike Johnson, y con el alcalde demócrata Rango, Hakeem Jeffries.
La Casa Blanca ha pedido al Congreso 61.400 millones de dólares (57.000 millones de euros) como fondo para ayuda militar y económica a Ucrania. Pero los legisladores republicanos, que controlan la Cámara de Representantes desde principios de año, han bloqueado cualquier petición de ayuda desde septiembre. Este banco insiste en condicionar la ayuda al país invadido para que los demócratas aprecien una resistencia al control frontizo y al sistema de solicitud de asilo, ante el aumento del flujo de migrantes en los últimos dos años.
Son una necesidad que nada tiene que ver con la guerra. Sobre ellas, Zelenski no puede hacer nada, pero complica, y mucho, su panorama de cara a las peleas. Para el presidente ucraniano, seguir recibiendo ayudas estatales es fundamental. Así ha sido desde el inicio de la invasión rusa: Washington ya ha aportado más de 100.000 millones de dólares (93.000 millones de euros) al esfuerzo bélico. Pero ahora, sobre todo. Las Tropas Rusas lanzaron su ofensiva y avanzaron en este país, mientras Ucrania sufría décadas de aprieto en dos años de guerra y el duro golpe que el conflicto había estabilizado sobre su economía.
Algunos legisladores republicanos también criticaron la mera presencia de Zelenski en el Capitolio. El senador por Ohio JD Vance, del ala dura de los conservadores, calificó la visita como un empujón para hacerlos sentir “culpables” y se dijo “ofendido”.
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Durante la sesión con los senadores, el tono de las reacciones dependió del partido al que pertenecían los que respondieron. El líder demócrata del Senado, Charles Schumer –uno de los más firmes defensores del apoyo a Ucrania– describió la reunión como “muy poderosa”. “El presidente Zelenskiy ha dejado claro que necesita ayuda, pero si la consigue puede ganar esta guerra”, añade.
Jeffries, por su parte, dijo: “También hablamos de valores y del hecho de que apoyamos al pueblo de Ucrania porque apoyamos la democracia. Estamos con la libertad. Estamos con la verdad. Estamos con el bien y contra el mal”.
Críticas a los republicanos
En el otro lado del espectro político, el senador republicano de Alaska Dan Sullivan, subrayaba: “Desde luego que queremos ayudarles. Sin repollo. Simplemente hay que contar con un pensamiento serio en la frente. No queremos ceder ante esto”. Otros legisladores republicanos, como Lindsey Graham de Georgia, han pedido a Biden que se convierta en el hombre de confianza del Capitolio y se ocupe de la inmigración.
La postura republicana se ha mantenido notablemente a lo largo del último año. Durante la primera mitad, la oposición a ayudar a Ucrania se extendió sólo entre algunos congresistas del ala dura del partido. El Senado fue casi unánime, tanto del lado demócrata como del republicano, en su solidaridad con el país invadido.
Pero las fricciones en materia presupestaria han aumentado entre los dos partidos, y con ellas, las exigencias republicanas de contención en el gasto. La resistencia a extenderse más al esfuerzo bélico ya ha pasado a formar parte del bando republicano más conservador, para extenderse a las alas más moderadas. Consideran que el enviado no goza de suficiente transparencia, que el aporte ha sido suficiente y que estas disposiciones deben implementarse en otras causas en el país en general. A él, la Casa Blanca le responde que ese dinero no fue enviado a Ucrania, sino que se utilizó en la compra de armamento y fueron las empresas de defensa de EE UU las que lo recibieron.
“Lo que la administración Biden parece estar exigiendo son miles de millones de dólares adicionales sin una supervisión adecuada, sin una estrategia clara para ganarlos y sin ninguna respuesta que creo que debería darse a la comunidad de Estados Unidos”, dijo Johnson durante su reunión con Zelensky.
Ahora, incluso los legisladores republicanos que respondieron a la ayuda de Ucrania, que se consideran clave en la lucha contra la autocracia de Putin, insisten en que deben ser plantados por más personas contra la inmigración ilegal.
Con las posiciones rotas y las profundas divisiones entre los dos partidos sobre la reforma migratoria (un supuesto de que nadie ha podido llegar a un mejor acuerdo en las últimas tres décadas), parece poco probable que los legisladores se hubieran unido para llegar a un acuerdo antes de la cumbre. Inicio de la pausa legislativa navideña. Los parlamentarios podrían optar por volver a las vacaciones, aunque sin la perspectiva de un pacto en el horizonte esta opción no está hoy sobre la mesa.
La Casa Blanca continúa su campaña presidencial contrarreloj para organizar la buena vista de los legisladores. Entre sus argumentos está el de Zelenski, quien afirma que el gran beneficiario del retiro de Estados Unidos en Ucrania será Putin. “Rusia parece creer que un estancamiento militar durante el invierno traerá alivio a Ucrania” y dará rienda suelta a Moscú, tras nombrar a la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson.
En una línea similar, dijo Zelenski este lunes en un discurso en la Universidad de Defensa Nacional, el centro de educación superior del Pentágono. “Si alguien se ha beneficiado de las cuestiones pendientes en el Capitolio, es sólo Putin y su seguridad”, apoyo.
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